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CUANDO LA DEPRESIÓN DISTRAE LA ORACIÓN

Los momentos de angustia emocional son oportunidades de tentación del diablo, pero la oración es el arma para resistirla.

45 Finalmente se puso de pie y regresó adonde estaban sus discípulos, pero los encontró dormidos, exhaustos por la tristeza.

46 «¿Por qué duermen? —les preguntó—. Levántense y oren para que no cedan ante la tentación». — Lucas 22:45-46 (NTV)

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Samuel E. Seo, Th. M.  |  16 de noviembre 2022

En tiempos de angustia emocional, nos sentimos acabados con la oración. Nos sentimos débiles, cansados, desanimados y deprimidos para seguir orando. Concentrarnos para orar solo por diez minutos nos cuesta demasiado. Sentimos que Dios está muy lejos para poder alcanzarlo. Lo único que nos apetece es quedarnos en la cama en soledad y llorar hasta que venga el consuelo del sueño.

Exhaustos por la tristeza
En Lucas 22:39-46, los discípulos de Jesús también sintieron lo mismo cuando estaban en el monte de los Olivos en la noche de la traición de Jesús. Estaban tan entristecidos y agotados por la noticia de que uno de los doce traicionaría al Maestro que solo pudieron dormir. El versículo 45 dice: Finalmente se puso de pie y regresó adonde estaban sus discípulos, pero los encontró dormidos, exhaustos por la tristeza. Sin embargo, a diferencia de ellos, Jesús fue capaz de superar su angustia emocional que lo desanimaba a orar. De hecho, sufrió una mayor angustia que Sus discípulos. Estaba a punto de ser traicionado. Estaba a punto de ser acusado falsamente. Estaba a punto de ser torturado y crucificado. Estaba a punto de cargar en Su cuerpo la culpa y la vergüenza de los pecados, de principio a fin, de la humanidad. Estaba a punto de sufrir un sufrimiento incomprensible. En los relatos paralelos de Mateo y Marcos, Jesús expresó un poco cómo se sentía. Dijo: Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte (Mateo 26:38; Marcos 14:34, NTV). Sin embargo, a pesar de que Su dolor era incomparable e incomprensible, ¿cómo pudo Jesús orar tan intensamente hasta el punto de que Su sudor caía a tierra como grandes gotas de sangre (NTV)?

La tentación y la oración
Aquí está una respuesta: Jesús sabía que los momentos de tristeza y desánimo son momentos de tentación especial del diablo, y que la oración es el arma para resistirla. Cuando Jesús y Sus discípulos llegaron al Monte de los Olivos, Jesús advirtió a Sus discípulos entristecidos diciendo: Oren para que no cedan a la tentación. Más tarde, cuando Jesús encontró a Sus discípulos dormidos y exhaustos por la tristeza, los despertó y volvió a decir: ¿Por qué duermen? Levántense y oren para que no cedan ante la tentación.


Pero, ¿por qué son tan peligrosos los momentos de angustia emocional? ¿Por qué son los momentos de depresión y desánimo oportunidades de tentación especial del diablo? Es porque los momentos de angustia emocional son momentos donde somos más débiles para resistir las insidias del diablo. Son momentos en los que empezamos a cuestionar si Dios realmente escucha nuestras oraciones. Son momentos en los que empezamos a sentir como si Dios nos hubiese abandonado. Son momentos en los que empezamos a sentir que Dios ya no nos ama. Son momentos en los que nuestra visión está nublada de la bondad y la fidelidad que Dios nos ha mostrado en el pasado. Son momentos de agotamiento donde empezamos a considerar la posibilidad de abandonar nuestra resistencia y caer postrados ante los pies del diablo y su engaño.


Por lo tanto, Jesús mostró a Sus discípulos que era en esos momentos cuando debían orar más que nunca. Eso es también exactamente lo que Él hizo, porque la oración es más que simplemente obtener lo que pedimos. La oración es el acto de empuñar de nuevo nuestra arma de resistencia contra el maligno. La oración nos ayuda a permanecer despiertos y alertas para hacer juicios correctos y entender los planes de Dios. La oración es el acto de depender de Dios para recibir Su fuerza y sabiduría y para vencer todas las tentaciones (cf. Lucas 21:36; Efesios 6:18; Colosenses 4:2; Santiago 1:5; 1 Pedro 4:7).


Por eso Jesús, a pesar de su inimaginable angustia emocional, pudo orar y, por lo tanto, fue capaz de enfrentarse a Su infierno que sufría y que esperaba con una poderosa confianza. Tan poderosa fue Su confianza y presencia divina después de orar que, cuando Jesús respondió «Yo soy Él» a la banda de soldados que preguntaban por Jesús, estos retrocedieron y cayeron al suelo (Juan 18:4-6). Sin embargo, los discípulos de Jesús, por su falta de oración, cayeron en la tentación de huir y abandonar a Jesús a pesar de que habían afirmado que morirían con su Maestro (Marcos 14:28-31). La falta de oración en su angustia emocional los llevó más a la cobardía y a la traición.

Exhaustos por la tristeza
¿Te cuesta orar porque te sientes deprimido y desanimado? Jesús te dice en este momento las mismas palabras que le dijo a Sus discípulos la noche en que fue traicionado: [Hijo/hija] Ora para que no cedas a la tentación. Es en estos momentos de angustia emocional cuando somos más vulnerables a las tentaciones del diablo. Es en estos momentos cuando empezamos a tener pensamientos de duda y hacer conclusiones que son contrarias a la verdad. Pero la oración te mantendrá alerta y cuerdo. La oración te mantendrá en pie en lugar de cayendo para postrarte ante el diablo. La oración te dará sabiduría y entendimiento. La oración te mantendrá alejado de la cobardía y la traición. La oración te mantendrá aferrado al manto de Jesús quien exclamó «Yo soy» con poder divino ante la cruz y la muerte. Amén.

Copyright © 2022 por Samuel E. Seo.

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