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STEGE devocional - Tu dinero, tu direcci

TU DINERO, TU DIRECCIÓN, TU DESTINO

Para vencer el amor al dinero, tienes que mirar lo que Jesús hizo con Su tesoro, para tenerte a ti como Su propio tesoro.

19 No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; 20 sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; 21 porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. 22 La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. 23 Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande será la oscuridad! 24 Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. — Mateo 6:19-24 (LBLA)

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Daniel E. Seo, Th. M., MABC  |  26 de marzo 2021

Cuando tenemos una necesidad grande, nos podemos enfocar tanto en el dinero que empezamos a amarlo. Con el tiempo, cuando este amor toma poder sobre nuestras vidas, el dinero puede llegar a determinar nuestra dirección, y luego, nuestro destino. Pero nuestras vidas no fueron diseñadas para ser dirigidas por el dinero. 

 

En Mateo 6, Jesús nos dice que no debemos acumular tesoros en la tierra temporal, sino en el reino eterno (Mateo 6:19), y habla de tesoros para apuntar al problema de la avaricia que tenemos en nuestros corazones (Lucas 12:15; Mateo 6:21). Él quiere clarificar que el amor por el dinero es un problema del corazón. Es un problema, porque cuando el corazón atesora al dinero, toda tu atención, compromiso y la energía de tu ser se dirige hacia esa cosa y tomará poder sobre tus pensamientos, emociones y decisiones. Esto es porque en el momento que deseas una cosa más que a Dios, esa cosa te poseerá y controlará. 

 

Entonces, te debes preguntar: ¿Qué es lo que anhelo más en mi vida? ¿Me veo ayudando a otros con mi dinero para que muchos más puedan conocer de Cristo? ¿Me veo en el futuro poniendo los intereses de otros por encima de los míos (Filipenses 2:3)? Pablo fabricaba tiendas y las vendía para poder apoyar su propio ministerio y a otros líderes de diferentes iglesias. Su atención, compromiso y energía fueron derramados por el bien del Evangelio, que, en fin, determinó su dirección para amar a la gente, llevando a muchos al destino eterno en el reino de Dios. 

 

Si hoy, no estás usando tu dinero para ser generoso con la iglesia o con otros cristianos, Jesús dice que tienes un ojo malo (Mateo 6:22-23). Él usa el ejemplo del ojo bueno para representar a alguien que tiene un corazón lleno de luz, no es alguien egoísta, sino que es generoso con su dinero. Por otro lado, el ojo malo representa alguien que tiene un corazón oscuro, es alguien egoísta y no es generoso con su dinero. Alguien con un ojo malo hace todo con el objetivo de recibir dinero. Hace la obra de Dios para recibir dinero, o porque recibe dinero. El dinero es su ídolo, pero precisamente por tener un ojo malo, no pueden ver el ídolo que reside en su corazón.    

 
Por tanto, si dices que tienes un ojo malo y quieres cambiar tu corazón oscuro que tiene al dinero como su ídolo (Mateo 6:24), tienes que ver lo que dice Jesús en Mateo 6:21. Él dice, “porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” Es interesante cómo el griego de esta palabra “tesoro” significa un lugar donde se guarda algo valioso. Es como un cofre del tesoro donde guardas todas tus cosas más valiosas. Lo que está diciendo Jesús es que, en ese cofre adentro de tu corazón, siempre vas a intentar llenar ese vacío con algo que te trae aceptación, significado y valor.  

 

Tal vez, hoy, estás llenando tu cofre con el romance, pareja, familia, carrera, posición social, o con el dinero. Estas cosas temporales, como el dinero, te dirá lo siguiente: “Tienes que sudar, llorar, sangrar para obtenerme o mantenerme en ese cofre adentro de tu corazón. Muere para obtenerme.” Pero, por otro lado, Jesús, te dice, “Hijo, hija, he muerto por ti. Sudé, lloré, y sangré por ti. Morí para obtenerte. Si la muerte significa que yo puedo hacerte mi tesoro y puedo permanecer en tu cofre, entonces mi muerte valió la pena”.  

 

Jesús te compró por un precio alto (1 Corintios 6:20), al dejar todo lo que tenía en el reino. Dejó Su tesoro, Su gloria, riqueza, valor, y superioridad; Él decidió ser despojado espiritualmente para tenerte como Su propio tesoro. ¿Quieres ser libre del poder del dinero? Mira lo que Jesús hizo con Su tesoro, para tenerte a ti como Su propio tesoro. Luego, deja que Jesús dirija y determine tu dirección hacia tu destino eterno. 

Copyright © 2021 por Daniel E. Seo. 

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.lbla.com.

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