top of page
STEGE devocional - El sufrimiento como la fuente de esperanza (Imagen).jpg

EL SUFRIMIENTO COMO
LA FUENTE DE ESPERANZA

Deja que tu sufrimiento sea la fuente del evangelismo 
para que otros puedan conocer al Padre celestial.

2 En ese tiempo, los saqueadores arameos habían invadido la tierra de Israel, y entre sus cautivos se encontraba una muchacha a quien habían entregado a la esposa de Naamán como criada.
3 Cierto día, la muchacha le dijo a su señora: «Si mi amo tan solo fuera a ver al profeta de Samaria; él lo sanaría de su lepra».
— 2 Reyes 5:2-3 (NTV)


3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les den gracia y paz.
4 Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes y por los dones inmerecidos que les dio ahora que pertenecen a Cristo Jesús.
5 Por medio de él, Dios ha enriquecido la iglesia de ustedes en todo sentido, con toda la elocuencia y todo el conocimiento que tienen.
— 1 Corintios 1:3-5 (NTV)

Profile-DanielSeo4.jpeg

Daniel E. Seo, Th. M., MABC  |  8 de marzo 2023

El Árbol Generoso es un libro escrito en 1964 sobre un árbol lleno de un amor inmenso que resiste el egoísmo y el abandono de un niño que va creciendo. En cada página, el árbol da algo al niño a costo de su sufrimiento. Cada vez que el niño va creciendo, el árbol le da de sus manzanas, ramas, y tronco para que el niño pudiera tener todo lo que deseaba. Con el tiempo, el árbol, solo llega a ser un tocón viejo que espera en soledad por mucho tiempo para ver al niño de nuevo. El niño, ya un anciano, regresa al árbol, y el árbol, siendo un tocón después de ofrecerle todo lo que tenía, se ofreció al niño para que se sentara y descansará. En fin, el niño se sentó en el tocón, y el árbol, de nuevo, estuvo feliz.

La vida cristiana puede ser en muchas ocasiones difícil. Pero como este árbol, debemos entender que nuestro sufrimiento debe ser la fuente que trae consuelo y esperanza a otros. Aunque llegamos a sentir la injusticia en medio del dolor, debemos extender la gracia a otros, pues la vida cristiana se trata de cómo Dios nos consuela y nos ofrece misericordia en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros (1 Corintios 1:3-5).

Podemos ver esta realidad en la historia de Naamán el leproso (2 Reyes 5:1-16). Tendemos a leer esta historia enfocándonos en la historia de Naamán, lo cual es importante, pero al hacer esto, no nos enfocamos en la historia de la niña israelita que fue secuestrada como una esclava para la esposa de Naamán (2 Reyes 5:1-2). Esta niña había sufrido los efectos posteriores de la invasión, vio cómo sufrieron y hasta asesinados miembros de su familia, amigos, y aquellos quienes también fueron capturados como esclavos por el poder del comandante Naamán. A pesar de lo que esta niña israelita había pasado, la belleza de esta historia es que la niña dice lo siguiente: «Ojalá que mi amo fuera a ver al profeta de Samaria; él lo sanaría de su lepra» (2 Reyes 5:3). La razón por la que Naamán recibió la sanación y también pudo conocer a Dios fue por medio de esta niña esclava.

Esto es tan increíble porque Dios usó el sufrimiento de esta niña para llamar a Naamán al corazón de Dios. En un sentido teológico, esta niña hizo lo que Jesucristo hizo por nosotros. Ella sufrió por los pecados de Naamán de la misma manera como Jesús sufrió por nuestros pecados. Esta niña no odió a Naamán por sus ofensas y su crimen de la misma manera como Jesús no nos odio por las nuestras. Ella perdonó a Naamán y deseó lo mejor para él de la misma manera como Jesús nos perdonó y deseó lo mejor para nosotros hoy. Esto es el evangelio.

 

Por tanto, de la misma manera que el árbol generoso sufrió para dar esperanza y consuelo al niño, sé tú la fuente de esperanza y consuelo para otros por medio de tu sufrimiento. De la misma manera que esta niña israelita sufrió para que Naamán llegara a conocer de Dios, deja que tu dolor de la victimización lleve a otros a conocer de Él. Por último, de la misma manera que Jesucristo sufrió para que pudieras tener acceso al Padre, deja que tu sufrimiento sea la fuente del evangelismo para que otros puedan conocer del Padre celestial.

Copyright © 2023 por Daniel E. Seo. 

bottom of page