top of page
STEGE devocional - Los inmensos beneficios de obedecer a Jesús (Imagen).jpg

LOS INMENSOS BENEFICIOS DE OBEDECER A JESÚS

Quienes, a pesar de los riesgos, obedecen a Jesús, logran experimentar y entender con myaor profundidad los milagros de Él.

3 Cuando el vino se acabó, la madre de Jesús le dijo: —Ya no tienen vino. 4 —Mujer, ¿eso qué tiene que ver conmigo? —respondió Jesús—. Todavía no ha llegado mi hora. 5 Su madre dijo a los sirvientes: —Hagan lo que él les ordene. 6 Había allí seis tinajas de piedra, de las que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada una cabían unos cien litros. 7 Jesús dijo a los sirvientes: —Llenen de agua las tinajas. Y los sirvientes las llenaron hasta el borde. 8 —Ahora saquen un poco y llévenlo al encargado del banquete —les dijo Jesús. Así lo hicieron.9 El encargado del banquete probó el agua convertida en vino sin saber de dónde había salido, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Entonces llamó aparte al novio 10 y le dijo: —Todos sirven primero el mejor vino y, cuando los invitados ya han bebido mucho, entonces sirven el más barato; pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora. 11 Esta, la primera de sus señales, la hizo Jesús en Caná de Galilea. Así reveló su gloria, y sus discípulos creyeron en él. — Juan 2:3-11 (NVI)

Profile-JongHyukPark5.jpg

Jong Hyuk Park,  M. D.  |  5 de junio 2023

Primero: la recompensa de obedecer a Jesús a pesar de los riesgos
Según un pastor, es muy probable que los sirvientes de la boda en la que se encontraba Jesús estaban pensando algo como: “Si no conseguimos más vino, ¡esta boda y la reputación de nuestro amo será un desastre! ¿Pero qué estamos haciendo? ¿Llenando estas gigantescas tinajas de agua? ¡Necesitamos es vino, no agua! ¡¿Qué locura estamos haciendo?!”. Por tanto, es impresionante e inesperado ver que a pesar de esto, los siervos confiaron en Jesús y como dice el versículo 7, “las llenaron hasta el borde”.


Luego, Jesús les dice: “Ahora saquen un poco y llévenlo al encargado del banquete” (v. 8). Por tanto, es probable que uno de los siervos tal vez haya pensado o dicho algo como lo siguiente: “¿Quiere ahora que le llevemos un vaso de esta agua al encargado del banquete? Hicimos todo lo que nos dijo Jesús, llenamos las grandes tinajas de agua y todavía no hemos visto ni una gota de vino. Si el jefe se da cuenta del vaso de agua perderemos nuestros trabajos, seremos expulsados de la boda, y peor aún, seremos la burla de nuestro pueblo por años!”. Sin embargo, a pesar del riesgo que implicaría, vemos nuevamente la increíble obra de los siervos. A pesar de que veían solo agua, los siervos confían en Jesús y en obediencia llevan un vaso de agua al jefe del banquete.


Y ¿cuál fue el resultado de tener tan grande confianza y obediencia en Jesús? Los siervos experimentaron algo que les cambiaría la vida para siempre. Al regresar a las tinajas, descubrirían como las seis gigantescas tinajas estaban llenas de vino. Y no solo cualquier vino, sino vino de la mejor calidad, es decir, uno que tomaría años y hasta décadas para producir. Por eso el jefe del banquete, muy sorprendido dice: “Todos sirven primero el mejor vino y, cuando los invitados ya han bebido mucho, entonces sirven el más barato; pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora” (v. 10). En vista de esto se podría decir que: los que, a pesar de los riesgos, obedecen a Jesús, son quienes experimentan Sus milagros.

Se requiere de paciencia y fidelidad para poder entender con mayor profundidad el poder de los milagros de Jesús
Adicionalmente, otra cosa que es importante resaltar es la gran cantidad de agua que los siervos debían llenar para cumplir el mandato de Jesús. Las tinajas eran impresionantemente grandes. Algunos expertos estiman que sumaban un total de 150 galones. Aun así, los siervos obedientemente “las llenaron hasta el borde” (v. 7). Debido a la paciencia y obediencia que demostraron, más que cualquier otro grupo de personas en la boda, lograron entender mejor el poder del milagro de Jesús. Ellos supieron cómo se había requerido un grupo de múltiples siervos para llenar las enormes tinajas durante varias horas. Por tanto, cuando Jesús, un solo hombre y en un solo instante convirtió el agua en vino, el milagro tuvo que haber sido especialmente impactante para los siervos obedientes pues sabían cuán grande había sido el esfuerzo y cuánto tiempo se había requerido llenar las tinajas. Ellos conocían, mejor que nadie, que solo había una explicación por lo que Jesús había acabado de hacer: que Jesús no era cualquier hombre, sino ciertamente Dios. Es claro entonces que: los que con paciencia son obedientes a Jesús logran tener el privilegio de entender con mayor profundidad el poder de los milagros de Jesús.

Conclusión y aplicación
¿Has estado fielmente llenando tu tinaja? Esto podría ser meditar sobre versículos de la Biblia, escuchar prédicas, o arrepentirte por tus pecados. Es decir, ¿has estado haciendo lo que Jesús te ha dicho que hagas o te has dado por vencido/a? Has pensado: “¡Esto es una locura! No voy a obedecer a Jesús, me niego a tomar riesgos y esforzarme pacientemente en obediencia”. Una vez, hubo un joven que había sufrido de depresión durante años. Llegó a un punto donde quería poner fin a todo y quitarse la vida. Sin embargo, unos pastores le dijeron que buscara a Jesús. Por tanto, duró horas, días, semanas y meses orando frente a un armario pidiéndole con llantos y lágrimas a Jesús que tuviera un encuentro con él. Le dijo: “Jesús, Tú dijiste aquí en Mateo 7:7 que si pedía, Tú darías, si buscaba que encontraría y que si yo llamaba, Tú abrirías la puerta”.


Es cierto que a pesar de orar así por meses, la puerta de su armario nunca se abrió. Sin embargo, meses después, en enero del 2013, él dice que Jesús hizo milagros. Durante varias noches, Dios le mostró cuán pecaminoso era y cuán vilmente había abandonado a Jesús durante años. Había noches en que no podía parar de llorar. No podía ni alzar la cabeza cuando confesaba sus pecados porque se imaginaba cómo Jesús había sufrido en la cruz por todos sus pecados. Desde ese día el joven no volvió a ser igual. Experimentó durante muchas noches un gozo tan grande que no podía creer que era posible que alguien se sintiera tan lleno de gozo y vida al contemplar la hermosura de Jesús mientras lo alababa y leía Su Palabra. Por eso ahora, actualmente trabaja compartiendo la Palabra de Dios en un pueblo colombiano.


Puede que al mirar tu propia tinaja veas solamente agua, es decir, ningún resultado. Puede que aunque hayas hecho todo lo que Jesús te dijo que hicieras, todavía no veas ningún milagro. Sin embargo, es importante que no te des por vencido/a. Es importante que no desobedezcas a Jesús al dejar de llenar tu tinaja. Sé como los siervos fieles de la boda, quienes a pesar de los riesgos, le obedecieron con paciencia y lograron experimentar el milagroso poder de Jesús. Persevera y prueba el vino celestial que Jesús ofrece; un vino celestial que será tan maravilloso que te hará olvidar de todos los dolores y la vergüenza por la que tuviste que pasar para llenar tu tinaja. Un vino celestial tan grandioso que desearás llenar más tinajas, pues habrás descubierto que aún hoy en día Jesús continúa haciendo milagros, es decir, convirtiendo simples tinajas llenas de agua en tinajas repletas de Su vino celestial.

Copyright © 2023 por Jong Hyuk Park

bottom of page