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MÁRTIRES VIVOS

Los “mártires vivos” son seguidores de Cristo que mueren lentamente negándose a sí mismos viviendo para Jesús.

23 Y a todos les decía: «Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. — Lucas 9:23 (NBLA)

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Samuel E. Seo, Th. M.  |  15 de marzo 2022

Hace casi quince años, un hombre se presentó a una iglesia pequeña en un pueblo llamado Siachoque en Colombia. Vino con una expresión curiosa y les preguntó a los pastores qué tipo de iglesia eran. Le dijeron que eran una iglesia evangélica. La respuesta lo dejó sorprendido. Entonces dijo: “¿Saben ustedes de las personas que están enterradas allí en ese cementerio?” Señaló con su dedo a un terreno ubicado 150 metros al noreste de la iglesia. “Hace unas cuatro décadas, varias personas de este pueblo que querían leer la Biblia por sí mismos al igual que los evangélicos, fueron asesinadas por los católicos del pueblo y los enterraron allí. Me enteré de ello cuando era niño”. [La lectura personal de la Biblia entre los católicos comunes no fue aceptada sino hasta después del segundo Concilio Vaticano de 1962]. El hombre continuó explicando que Siachoque era su pueblo natal, pero se había mudado a Bogotá, la capital, donde se convirtió en un evangélico. Antes de seguir su camino, dijo: “Estoy asombrado de cómo Dios trajo esta iglesia a mi pueblo natal. Más aún, está justo al lado de ese cementerio donde están enterrados esos mártires evangélicos. Parece que Dios no se olvidó de ellos”. Los pastores quedaron asombrados. No sabían que ese sitio era un cementerio.

Mártires vivos
Ahora, llamamos a los que pierden la vida por Cristo “mártires”. Cuando escuchamos sobre personas que mueren por su fe en Cristo, hay una variedad de reacciones. Algunos se asombran por la fe que tenían en Jesucristo. Otros se sienten profundamente animados por la fuerte convicción que los mártires tuvieron hacia Jesucristo. Otros comienzan a reflexionar sobre sí mismos preguntándose: “¿Soy capaz de hacer lo mismo?” El martirio tiene un profundo impacto en los cristianos. Podemos entender por qué Tertuliano, un padre de la iglesia del siglo II d.C., dijo: “La sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia”. 


Sin embargo, mártires no son simplemente los que tuvieron una muerte inmediata; los que sufren una muerte lenta y larga viviendo por Jesús también son mártires. En Lucas 9:23, Jesús dice: «Y a todos les decía: “Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”» (LBLA). Tomar tu cruz para seguir a Jesús cada día  no significa dejar de vivir para ti mismo y vivir por Jesús solo los domingos o solo unos días durante la semana. Significa morir todos los días para vivir por Jesús. Los “mártires vivos” son seguidores de Cristo que dejaron de vivir para sí mismos a fin de vivir para Jesús el resto de sus vidas. 


Lo que es aún más impactante es que, cinco capítulos después en Lucas 14:27, Jesús dice: “El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser Mi discípulo”. Esto significa que, si no somos mártires vivos, no podemos decir que somos Sus discípulos. No solo eso, en Juan 8:31-32, Jesús dice que sólo Sus verdaderos discípulos serán liberados del pecado. En otras palabras, si no somos mártires vivos, no podemos entrar en Su Reino.

Esperando Su Reino
Entonces, ¿eres un mártir vivo? ¿Vives para ti mismo o para Jesús? ¿Vives en obediencia a tus propias metas y deseos que no tienen nada que ver con Jesús, o vives cada día en obediencia a Jesús, Sus metas y Sus deseos? ¿Ser un mártir viviente con todos esos sacrificios te parece una tontería? ¿Te desanima el hecho de que Jesús nos llama a ser mártires vivos?


Hoy en día, demasiados dicen que son cristianos, pero viven como quieren con sus propias metas mundanas, deseos pecaminosos y en obvia desobediencia. Peor aún, piensan que son capaces de entrar en el Reino con Jesús. Ser un cristiano no solo es creer en Jesús; es también vivir como Jesús, el Gran Mártir, quien fue delante de nosotros con Su propia cruz para nuestra salvación.


Vivir para Jesús es un camino difícil; de hecho, es el camino estrecho, como lo dijo Jesús en Mateo 7:13-14. Pero es el único camino que tiene las huellas de Jesús que van hacia el Reino de Dios. Si tienes metas y deseos que no tienen a Jesús como la razón principal… si te importa más este mundo que Jesús… si estás viviendo por el bien de ti mismo, ¡no estás en el mismo camino con Jesús! Confiesa a Dios tu desvío en el nombre de Jesús nuestro Salvador. Él ciertamente te perdonará y te limpiará de toda maldad porque Él es fiel y justo (1 Juan 1:9). ¡Vive para Jesús y Su iglesia! Dedica todo lo que tienes a Él. Pídele a Dios que te dé un nuevo corazón, una nueva mente y nuevas fuerzas para atesorar el vivir como un mártir vivo, a fin de que puedas ser un verdadero cristiano y caminar fielmente detrás de Jesús, el Gran Mártir, hacia el eterno Reino de Dios.

Copyright © 2022 por Samuel E. Seo. 

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