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LA VIDA CRISTIANA: ¿FÁCIL O DIFÍCIL?

Negarme a mí mismo y someterme a otra persona es fácil si esa persona me ama y la amo profundamente.

Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

Mateo 10:38 (LBLA)

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Samuel E. Seo, Th. M.  |  21 de marzo 2020

En China, hay varios puentes modernos con un diseño muy específico que están atrayendo mucha popularidad llenándolos con turistas. Estos puentes son populares porque hay una reacción completamente opuesta entre los turistas cuando los cruzan. Algunos los cruzan sin ningún problema, pero para otros, es casi imposible. ¿Por qué? Porque estos puentes son de varios cientos de metros de altura y, peor aún, todo el piso de los puentes está hecho de vidrio transparente. Para algunos, esta experiencia es una pesadilla terrorífica. Hay varios videos —algunos muy chistosos— en YouTube, mostrando a los turistas tambaleándose y agarrando las rejas como si en cualquier momento los vidrios se fueran a romper. Para otros, es una experiencia de paraíso, ya que estos puentes transparentes les dan la sensación de estar flotando en el aire.

La vida cristiana, en cierto sentido, es similar a estos puentes. Algunos cristianos piensan que cruzar el puente de la vida cristiana hacia el Reino de Dios es fácil. Otros cristianos piensan que es demasiado difícil. Sienten que es casi imposible seguir adelante. Están tambaleándose en el camino. Entonces, ¿la vida cristiana es fácil o difícil? ¿Tú qué crees?

La vida cristiana es difícil pero también fácil

En Mateo 10:38, Jesús dijo: “Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí”. Tomar mi cruz y seguir a Jesús no suena fácil, porque la cruz tenía que ver con la muerte. Pero solo un capítulo después en Mateo 11:28-30, Jesús dice: “28 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. 30 Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera”.

Si miramos estas citas bíblicas más cuidadosamente, descubrimos que Jesús está enseñando que la vida cristiana es tanto fácil como difícil. No es una discusión sobre si es lo uno o lo otro.

La razón por la que la vida cristiana es difícil

Miremos primero por qué la vida cristiana es difícil. En Mateo 10:38, Jesús dijo: “Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí”. Lucas 14:27 lo tiene de la siguiente manera: “El que no carga su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo (o un cristiano)”. La pregunta esencial que debemos hacer es la siguiente: ¿Qué quiso decir Jesús con “tomar/cargar su cruz”?

Hoy en día, podemos encontrar la imagen de la cruz en todas partes. La vemos en las iglesias evangélicas y católicas, en las paredes de habitaciones, en aretes, en collares, y mucho más. La tenemos en todas partes porque la vemos como algo bueno. En un sentido, eso es verdad. La muerte de Jesucristo en la cruz por nuestros pecados fue para que pudiéramos ser salvos. Pero, la cruz fue, más precisamente, un método de ejecución para los peores criminales. De cierto modo, tener un collar con una cruz es como tener un collar con una silla eléctrica, o con una guillotina, o con una cama de inyección letal. De hecho, venden collares así, y no solo eso, ¡collares así con Jesús! Eso me parece muy raro, pero eso es exactamente lo que significó la cruz para quienes vivieron en el tiempo de Jesús y para los cristianos de los primeros siglos. Cuando Jesús habló sobre “tomar mi cruz y seguirlo”, Él estaba hablando sobre mi acto de llevar conmigo el proceso de mi muerte (negarme a mí mismo) mientras lo sigo a Él.

Los tres evangelios de San Mateo, San Marcos y San Lucas hacen referencia a esas palabras. Lucas hace referencia dos veces. La otra referencia de Lucas y la referencia de Marcos son interesantes. San Marcos 8:34 dice: “Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame”. La otra referencia de San Lucas es 9:23, que dice: “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”. Estos dos versículos nos ayudan a entender que el proceso de nuestra muerte es “negarnos a nosotros mismos”.

Esto es difícil. Todos nosotros tenemos preferencias, deseos y metas en la vida, y dejarlas de lado para seguir las preferencias, deseos o metas de otra persona es difícil. Solo piensa cuando estás escogiendo una película con tu familia o tus amigos. Están tratando de escoger una película, pero ellos deciden por una película de un género que te parece lo más aburrido. ¿Cómo te sientes? Hay algo que quieres estudiar en la universidad, pero tus padres te dicen que tienes que estudiar algo que no te interesa. ¿Cómo te sentirías? Te quieres casar con tu novio o novia, pero tus padres te dicen: “No, ya tenemos a alguien preparado para ti. Déjalo/a”. ¿Cómo te sentirías? Gritarías porque están violando tus derechos humanos, ¿no es cierto? Una vida sometida así es difícil. Cuando Jesús dijo que debo tomar mi cruz y seguirlo, estaba hablando de dejar todas mis preferencias, deseos y metas centrados en mí mismo y someterme a las Suyas. Esta es la razón por la que la vida cristiana es difícil.

La razón por la que la vida cristiana puede ser fácil

Sin embargo, hay algo que hace que esta entrega, esta vida sometida a otra persona sea fácil. Mira conmigo Mateo 11:28-30. Jesús dice: “28Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. 29Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera”. Solo mira el primer versículo. ¿Qué tipo de persona te dice palabras así? ¿Quiénes son las personas que te dicen cosas así? Las personas que te dicen cosas así son las personas que te atesoran, te aman y a quienes le importas profundamente. Mi punto es: negarme a mí mismo y someterme a otra persona es fácil si esa persona me ama y la amo profundamente.

Si has tenido la experiencia de estar enamorado sabes de qué estoy hablando. Cuando te enamoraste por primera vez de un compañero o compañera del colegio, tu colegio se convirtió en un paraíso en vez de una institución de miseria. Cuando estuviste enamorado, ver películas que para ti eran aburridas pero que hacían feliz a tu pareja fue fácil. Cuando estás enamorado de tu esposo, cocinar para él todos los días no parece tan difícil. Cuando estás enamorado, decir: “Claro, mi amor” no es difícil. Mi punto es el siguiente: la vida cristiana de negarme a mí mismo no es difícil si también estoy enamorado de Jesús.

La importancia de estar enamorado de Cristo

Entonces, te hago la siguiente pregunta: ¿Estás profundamente enamorado de Jesús? Cuando la vida cristiana nos parece difícil, es porque estamos más enamorados de nosotros mismos que de Jesús. La vida cristiana no es el problema; el “yo” es el problema. La vida cristiana es difícil porque nosotros mismos somos difíciles; no Dios.

Estar enamorado de Cristo no es algo opcional para la vida cristiana sino algo absolutamente esencial. Si nos identificamos como cristianos, pero no nos interesa Jesús, entonces seríamos los más tontos del mundo, porque estaríamos viviendo una vida negándonos a nosotros mismos para una persona que no nos importa. Si pensamos que la vida cristiana es fácil pero no nos interesa Jesús, entonces estamos completamente equivocados sobre qué exactamente es la vida cristiana, porque la vida cristiana es una vida sacrificada a Jesús. Peor aún, si no nos interesa Jesús, nunca podremos cruzar el puente de la vida cristiana y entrar al Reino de Dios. Si no sentimos nada relacional por Jesucristo, ahora mismo necesitamos confesar, arrepentirnos, buscar, pedir, rogar para que podamos ver la belleza de Jesús y estar completamente enamorados del Dios de perfecta belleza.

Conclusión

Para terminar, te cuento una historia. Había un hombre de la ciudad que paseaba por el campo para sus vacaciones. Este hombre era un empleado de una empresa. Todo el día trabajaba en su oficina. No le gustaba su trabajo, pero tenía que trabajar para vivir, por eso no podía dejarlo. Tampoco le gustaba la ciudad y por eso decidió pasar sus vacaciones en el campo. Mientras iba manejando, pudo ver el hermoso paisaje del campo donde estaba cayendo el sol. Decidió tomar un descanso. Parqueó su carro al lado de la carretera, salió y miró hacia el hermoso paisaje delante de él. Mientras disfrutaba el paisaje, no muy lejos de él, pudo ver dos campesinos trabajando. Notó una gran diferencia entre los dos. Uno se veía muy infeliz. Tiraba sus herramientas y gritaba a cada rato. Eventualmente dejó de trabajar y entró a su casa. Por el contrario, el otro campesino se veía muy feliz. Sonreía en todo momento y trabajaba duro con mucho ánimo. Esto le pareció muy curioso al hombre de la ciudad. Los dos campesinos vivían al lado el uno del otro. Tenían casi las mismas casas y trabajaban en la misma tierra. Entonces, ¿por qué había tanta diferencia? El hombre de la ciudad decidió preguntarle. Caminó hacia el campesino alegre, lo saludó y le preguntó. Cuando escuchó la pregunta, el campesino, todavía con una sonrisa de satisfacción, sin palabras, miró hacia su casa detrás de él. El hombre de la ciudad también, dirigido por la mirada del campesino, miró hacia la casa y descubrió que la esposa del campesino estaba sentada en frente de la casa bajo la sombra de un árbol con su bebé recién nacido. En ese momento, el campesino respondió: “Estoy completamente enamorado”.

 

Cuando estamos enamorados de Jesús, nada se sentirá muy difícil, ni siquiera la muerte. Busca enamorarte de Jesús. Mantente enamorado de Jesús, porque solo así seguirás, como dice Isaías 40:31, renovando tus fuerzas y volando con alas como las águilas; corriendo, pero sin cansarte; caminando, pero sin fatigarte.

Copyright © 2020 por Samuel E. Seo. Este artículo es adaptado de una predicación en la Iglesia Gozo Eterno en el 2020.

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.lbla.com.

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